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ENEOTIPO 8: El Ocho, Nueve y Uno comparten un trasfondo general de rabia y formamos otro trío. Si los Dos, Tres y Cuatros pueden confundirse sobre quiénes son y cómo se sienten y los Cincos, Seis y Sietes reaccionamos temerosamente y están desconcertados al momento de tomar acción. El Ocho, Nueve y Uno reaccionamos desde un cimiento emocional de ira y tenemos problemas con la apropiada concepción racional, es decir: pensamos claramente. Esta dificultad se describe a menudo como una condición de sueño mental. Los Ochos sanos frecuentemente somos dinámicos, fuertes e independientes. Demostramos la virtud del poder: cómo ejercer influencia para propósitos constructivos. Somos amigos leales y generosos que protegemos aquello que es delicado y vulnerable en los demás. Podríamos tener un amor relacionado a lo natural y espontáneo que es una fuente de espiritualidad y evocamos esta calidad inocente. Los Ochos no acorazados muy a menudo exhiben la fuerza de la gentileza: somos lo suficiente fuertes como para ser amables. La mayoría de los Ochos no comprendemos realmente cuán agresivos podemos parecer. Esto es debido a que negamos defensivamente la retroalimentación, especialmente acerca de la forma como podemos haber herido a otros. Muchos de los dictadores más sangrientos del mundo han sido Ochos muy enfermos, y sus brutales excesos reflejan como las personas enfermas con este estilo finalmente asesinan a su propia humanidad. Ana Díaz