El cubilete
y
la goma de borrar
Hace unos cuantos años, en la habitación de una niña muy pobre, había solamente una cama, una estantería y la mesa con una silla para estudiar.
En la mesa había algunos papeles y sobre ellos un lapicero y una goma verde. Estaban muy orgullosos porque dominaban la escritura y a menudo hablaban:
- Buenos días, amigo. Hoy es lunes y la joven nos llevará al colegio a escribir.
- Oye, también se equivocará en sus cuentas y yo la ayudaré a borrar.
Mientras, la niña los metió en su bolsillo y al llegar a la escuela los sacó.
- Parece que llega el maestro.
- Fíjate y lo sabrás- dijo la goma al tiempo que señalaba una larga cola de niños. Mira todos los que llegan tarde.
- No me gustaría ser el lápiz del profesor y tener que apuntar todo eso.
- Pues menos mal que muy pocas veces llega tarde nuestra niña, que sino yo tendría que borrar todo su cuaderno y tú volverlo a empezar
- ¡Qué chico te has quedado!
- No es para tanto ¡alégrate! Que ya es viernes y...
- Los viernes es peor, la pequeña tiene muchos deberes y sólo me tiene a mí.
Pasaron los días. Un día los lapiceros despertaron muy asustados:
- ¡Ay, ay, ay! He soñado que nos cambiaban por unos cacharros de plástico, con goma incluida muy mala y con una punta muy fina.
- Qué horror, no serán capaces de cambiarnos.
- Claro que lo son ¡ya han llegado a utilizar los bolígrafos más que a nosotros!
- No veo por qué, los bolígrafos manchan mucho más y encima sin avisar ¡explotan!
Pero al cabo del tiempo se dieron cuenta, que podían convivir con ellos en el lapicero se hicieron muy buenos amigos y se llevaron bien para toda la vida.
REALIZADO POR: JUAN GARCÍA ROMERO Y JOSÉ LUIS COLCHERO ROMERO
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