martes, 13 de diciembre de 2011

Fernando de Rojas

Fernando de Rojas



Nací en la Puebla de Montalbán, Toledo en 1470 y fallecí en Talavera de la Reina, Toledo en 1541. Fui un dramaturgo español autor de “ La Celestina” considerada unas de las obras cumbres de la historia de la literatura española y la más importante sin duda en la transición entre la Edad Media y el Renacimiento.

Nací en el seno de una familia de judíos conversos que reaparecieron posteriormente en procesos inquisitoriales por mantener el judaísmo a escondidas de la Inquisición. Ayudé a miembros de mi familia llamados Porcos o criptojudíos (anusim en la literatura rabínica) afectados por las persecuciones de la Inquisición. Mi familia fue perseguida y yo aparecí en documentos como acusado por la Inquisición, documentos que demuestran que yo fui el autor de “La Celestina”.
Estudie leyes en la universidad de Salamanca, y obtuve mi grado de bachiller en leyes en 1496.

Escribí “ La Celestina” con unos pocos más de años que su protagonista Calisto que tiene veintitrés
y yo rondaba los treinta y cinco años. Revele mi nombre y lugar de nacimiento por medio de un acróstico en la segunda edición de “ La Celestina” en el año 1500. No escribí ninguna otra obra, ni soy mencionado por ninguno de mis contemporáneos.

Me establecí en la localidad de Talavera de la Reina, población de la que fui alcalde y casado allí, mi mujer se llamaba Leonor Álvarez. Mi condición de converso influye en el argumento de mi obra, mi falta de fe firme justifica el pesimismo de “La Celestina” y la falta de esperanza patente en el dramático principio.

Viví primeramente en una casa que poseía donde empezaba la actual calle de Gaspar Duque y en ella viví, al menos, hasta 1528. Más tarde me traslade a vivir a una casa lindante con La Colegial, en la calle llamada de los Siete Linajes, hoy José Luis Gallo. En esta segunda fallecí en 1541. En mi hogar nunca hubo ni lujos ni ostentación, apenas, dos alfombras, siete “almohadas de asentar”, un “escaño viejo”, vasares, bancos, camas, sillas...un establo con varias mulas, 34 tinajas de vino de varios tamaños (en la mayor cabían 60 arrobas, unos 950 litros) y un despacho con biblioteca. En mis casas viví con Leonor, mi esposa, y mis hijos: Juana, que nació en Talavera y murió en 1557; Juan, que pasó a las Indias y murió después en 1535: y Francisco de Rojas, que nació en Talavera y fue Alcalde Mayor de la ciudad en 1542, un año después de morir yo. En mi casa ayudaban dos criados: Francisca del Álamo y Juan de Torres. Yo poseía viñas y otras tierras, por eso necesitaba varios criados para atender mi hacienda.

Fallecí en 1541 en Talavera de la Reina, entre el 3 y el 8 de abril. Mi restos fueron enterrados en el convento de la Madre de Dios de esta ciudad en los 80 fueron trasladados a la Colegiata de Santa María la Mayor de Talavera. Se conserva mi testamento, fechado el 3 de abril, muy detallado, que ha sido el deleite de muchos críticos al poder estudiar mi abundante biblioteca. Deje los libros de derecho a mi hijo, que también ha sido abogado, y los de literatura profana a mi esposa. En el inventario de mi biblioteca solo figura un ejemplar de “La Celestina” ( cuando fallecí había al menos 32 ediciones de la obra) y ninguno de la Segunda comedia de La Celestina y de la Tercera parte de la tragicomedia de Celestina, publicadas estando yo vivo.

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